Seré como una perspicaz espora de ántrax,
Me respirarás sin darte cuenta,
Estaré dentro de ti sin que lo sepas.
Tu cuerpo me rechazará,
Más no me expulsará,
Mucho daño te causaré
Pero con el tiempo te gustaré.
Pronto te destruiré
La llama de la vida perderás
Pronto te mataré
Perdida pronto te encontrarás
La conocí una tarde de abril, podría decir que era una tarde nublada o quizá podría decir que era una tarde lluviosa o tal ves una en la que hacía mucho calor pero la verdad es que el día en que la vi no me fijé en ningún detalle, solo la contemplé, lo que si podría escribir y describir es como se veía ella. Tenía un vestido floreado, unas zapatillas, unas pantis y estaba con el cabello suelto, la verdad es que tampoco me fijé muy bien como estaba vestida. Era nuestro primer encuentro en persona, la había contactado por una conocida red social en Internet, cumplía los requisitos que yo pedía, era la persona que yo estaba buscando hace ya varios meses atrás, me hacía recordar mucho a la anterior, en verdad se parecían mucho y a veces eso me asustaba mucho, pero no me importaba, mientras más iguales sean será mucho mejor pensaba en mi interior. El día que la conocí en persona yo llevaba un saco largo de color negro, un pantalón muy pegado y una camisa de color claro, a decir verdad me veía muy apuesto, y eso que soy bastante modesto en todo sentido. Ella fue la que se me acercó pues como el ame pidió yo llevaba un morral negro, que compré para tal ocasión; me saludó y nos pusimos a tomar un café, yo estaba nervioso, como siempre, como todas las veces, nunca dejo de estarlo, siempre estoy nervioso, siempre lo estoy y siempre lo estaré, hasta ahora que escribo esta carta y recuerdo el suceso me pongo nervioso pero siento una excitación que de todas formas tengo que volver a sentir, la tengo que volver a sentir, no puedo quedarme con esas ganas. la invité a ir a mi departamento y ella gustosamente aceptó, ella parecía controlar perfectamente la situación, no demostraba ni siquiera un poco de miedo, y eso si me asustaba, pues las anteriores a pesar de sentirse muy relajadas, tenían una dosis muy baja de miedo, pero ella no, no lo tenía y eso me asustaba, me asustaba mucho y hasta ahora me asusta mucho , cuando recuerdo su cara tan segura y como se comportaba me da mucho miedo a mi también, apenas pisó mi departamento di comienzo a lo mío, a mi rutina, la amarré la desvestí… e hice todo lo que se tenía que hacer, no puedo escribir, por que no se que no debo hacerlo, pero la excitación que siento ahora es mucho mayor, no voy a compartir dicho placer publicándolo en esta carta, no no eso es muy egoísta pero es mi decisión. Al final como siempre me deshice de ella, y hice mi ritual de limpieza, espero poder repetir ese hermoso momento con otras personas, quiero y necesito hacerlo, lavaré su sangre hasta que no quede ninguna señal de lo sucedido.
Y dieciocho para que… como una amiga me dijo alguna vez, el cumplir 18 no te da nada muchas veces, supongo en la mayoría de casos, como el mío, soy común. Ese cartón enmicado que muchos llaman DNI o documento nacional de identidad, al final no es más que eso, la independencia no llega a los dieciocho, todo en el mundo es relativo. Hace ya casi un año tuve que hacer un trabajo para la universidad, para un taller, tenía que hacer un testimonio y lo hice sobre mi abuela materna, de alguna manera u otra ella me dejo que su independencia llegó a los 15 años, a la edad que su mamá murió, las cosas cambiaron muy radicalmente obligándola a convertirse en una persona adulta en menos de dos meses. Para mi no ha surgido ningún cambio, tengo dieciocho y no siento diferencia alguna, se que puedo trabajar (no he descartado esa posibilidad), se que puedo ir al lugar que me apetezca , se que de una forma tengo que responder por mi mismo si es que me meten preso, se que las penas por hacer algo malo ahora si son verdaderas, pero a pesar de todo eso, se que aún mis padres responden por mi, fácil y soy un niñato que aún no sabe mucho de la vida, pero lo cierto es que no me siento preparado, he ido asumiendo responsabilidades y tomo muchísimas más decisiones que antes, pero económicamente por ejemplo, soy aún un canguro de 3 meses en el bolso de su madre, y en este caso de su padre también. Pues ellos pagan todo lo que el despilfarrador, en algunos casos, y ahorrador en otros, gasta. Con esto solo me apetece decir que este mundo no tiene reglas, la vida no tiene reglas, a unos les toca hoy , a otros les tocó ayer y a otros les tocará mañana. …
